En una viñeta publicada hace varias décadas en el New Yorker, aparecía un padre preocupado mirando las notas de su hijo, mientras éste le preguntaba: «Papá, ¿por qué crees que soy así, por la herencia o por la influencia del entorno?». La imagen ilustra el controvertido y viejo debate sobre naturaleza versus cultura que inició a finales del siglo XIX, Sir Francis Galton, primo de Darwin, con la publicación de la obra The history of twins as criterion of the relative powers of nature and nurture.
Fue Galton quien, usando los estudios de gemelos, estableció el binomio genes-ambiente en un intento de comprender cómo se originaban las características más complejas de nuestra especie.
Cuando se trabaja con seres humanos, que difieren en su similitud genética, es decir, sujetos relacionados genéticamente, es mucho más fácil deducir la influencia de la genética o el ambiente en desarrollo del ser humano.
Hay tres tipos de estudio:
1. Gemelos monocigóticos criados juntos (comparten genes y ambiente).
2. Gemelos monocigóticos criados separadamente (comparten sólo genes y el ambiente intrauterino).
3. Gemelos dizigóticos criados juntos (comparten el ambiente intrauterino y el postnatal, pero sólo comparten el 50% de sus genes).
Nos centraremos en el segundo caso, los hermanos monocigóticos, que viven separados. En este caso el parecido entre los hermanos biológicos que viven separados se atribuirá a influencias genéticas, mientras que las diferencias entre los hermanos adoptivos que viven separados solo podrán justificar-se por causa ambientales.
lunes, 25 de enero de 2010
Introducción
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